miércoles, 24 de agosto de 2016

El PARAÍSO CUANDO ESTÁ BRAVO

 Ésta playa es un paraíso, es preciosa y tiene su encanto, para mí es uno de mis sitios favoritos y cada vez que la veo me gusta más. Cada día que la veo es diferente. Está muy bonito cuando hay viento, aire y cuando tiene olas porque cada una es muy diferente y dan mucho juego a los amantes de la fotografía.


El Mar tiene vida propia, es fantástico estar delante de él mirándolo y dejarse llevar y mirar hacía el horizonte y ver como llegan las olas todas seguidas y sobre todo es más bonito mirar este paraíso y sitio mágico cuando se está acompañada de una buena amiga que lo disfruta igual que yo, podemos pasarnos horas mirando el mar y escuchando como rompen las olas.
 El color azulado que tiene me encanta, porque le da
 más brillo, hace el agua más transparente y se
refleja en él el sol y eso es único para fluir, meditar, reflexionar, recapacitar, sentir, respirar
y volver a coger fuerzas, energía, volver a tener ganas de vivir y disfrutar la vida haciendo cosas que te gustan, que te dan placer, satisfacción y sobre todo paz y tranquilidad.


 Viva el Mar, viva la brisa, viva la
bravura del Norte, que tanto me gusta.
Cada vez lo frecuento más porque últimamente lo necesito casi todos los días.
Quiero estar cerca del Mar, porque me relaja, me ayuda a olvidar y hace tomar decisiones.

 El mar es como mi almohada, me escucha, me
aconseja, me apoya y me ayuda a descansar.
Y ahora que ya por fin este verano me he vuelto a meter al agua después de treinta años, pues veo
el mar más bonito todavía y ahora si que lo puedo sentir por dentro y por fuera.
Aunque todavía me cuesta mucho meterme al agua y más sola, todo llegará y podré disfrutarlo a tope, darle un placer a mi vista mirando esta maravilla y sintiendo el agua en mi cuerpo y notar las gotas de agua cuando caen.
 Mi querido mar, cada vez me gusta más, cada vez quiero estar más cerca, cada vez estoy más preparada para superar mi miedo, mi pánico al agua y estar tan cerca del mar y con una persona de mucha confianza pues es lo que me está ayudando a que este verano me haya metido ya cuatro veces.


 Está muy claro que para poder superar un miedo hay que hacer lo que te da miedo, o te deja tan bloqueada que no te deja reaccionar. El miedo no se va a quitar, pero si se aprende a trabajar con él.
 Cuando se aprende a hacer eso, pues no te bloqueas y puedes actuar cada vez un poco más, hasta que te das cuenta que aunque siga el miedo, pues ya no te centras tanto en él y no le das tanta importancia, entonces se cambia la palabra Miedo por la de Respeto.







Esta entrada se la quiero dedicar a mi amiga Victoria, sé que la gusta mucho el Mar y también la aporta muchas cosas iguales que las mías. La gusta mucho ir a pasear al lado del mar, mirarlo y sentirlo cerca.
Victoria, te dedico esta entrada porque es un sitio muy especial para mí, también lo es para Cris. Nos gusta mucho ésta playa, es un sitio mágico y un paraíso.
Y porque este verano, en el mes de Agosto me he metido con Cris ya cuatro veces al agua (no en esta playa), y tú sabes lo que hablamos en Barcelona (de lo que me pasaba con el agua y la arena). Por eso te la quiero dedicar, porque como verás es todo un reto lo que estoy haciendo y que este año prometí que si me metería al agua y si, lo prometido es deuda, así que ahí esta cumplida la promesa, que incluso ya voy sola en la Lancha (aunque todavía lo paso mal).
Quizá algún día me veas meterme en Barcelona.
Un abrazo muy grande

sábado, 20 de agosto de 2016

ATARDECER EN EL MAR Y LUNA LLENA

Esta playa es mágica porque se pueden coger fotos muy bonitas tanto de olas como de puestas de sol, como ésta que he hecho.
Hay fotos que se parecen mucho, pero todas son distintas, bien por la perspectiva, por el color, por mi posición o por el distinto enfoque.
El sol da luz,fuerza, ilumina, refleja, me da vida, energía, me relaja y me hace soñar y sobre todo si está alrededor del mar, porque todo junto es un placer interior y también exterior.

 Me gusta mucho poder estar sentada en la arena mirando el horizonte para ver el atardecer y ver como se va escondiendo el sol en el agua, ver como cambia el cielo de colores en décimas de segundo, podría estar horas mirando sin enterarme del tiempo.
Estando en este lugar, me dejo llevar, mi cuerpo fluye, brillan mis ojos y me siento renovada por dentro y todo esto me pasa más cuando por supuesto estoy con mi cámara y mirando por el objetivo para poder captar estos momentos y estando feliz porque cada vez que miro que foto ha salido me sorprendo a mi misma, porque si una es bonita, la siguiente más y cada vez es más difícil elegir entre tanta maravilla delante de los ojos.


La de la izquierda me encanta porque bien parece que el horizonte no es el final y parece que el sol está cayendo..

 Aquí claramente se puede ver como ha cambiado el cielo, porque se han ido metiendo las nubes y parece otra puesta de sol distinta, pues no, porque es la misma y ahí en la derecha se ve el sol casi en el agua.

 En la superior el efecto el contrario, ahora parece que se cae hacia la izquierda porque está cogida desde arriba.
Aquí ya se había metido por completo las nubes y ya no cambiaba el cielo, se empezó a oscurecer hasta cubrir el sol.
El sol se empezaba a reflejar en el agua haciéndola brillar en la oscuridad y darle ese encanto que tiene.
Me encanta ver los rayos de sol reflejados en el agua, sobre todo cuando el agua está tan cristalina porque me transmite mucha cosas.

 Aunque parece de noche y no hay luz, no es así porque todavía había luz, pero así quedaban más bonitas las fotos.

 El sol ya está totalmente cubierto de nubes, pero aún así ha salido un efecto muy bonito, por lo menos para mí que eso me encanta.

El sol brilla, mis ojos brillan, mi interior brilla a la vez que mi exterior, hay paz interior, hay vida, hay fuerza, hay esperanza, hay fe. A la vez que se respira, se siente, se reflexiona, se recapacita.



Viva el sol, viva el mar Cantábrico y sobre viva el mar de Cantabria porque es maravilloso y con todo el que tenemos podemos estar cada día en un sitio muy diferente y cada uno tiene su pequeño encanto.
 Y con estas fotos se acaba la puesta de sol o el bonito atardecer que ha sido mágico el momento.
Estoy contenta por las bonitas fotos que he hecho y sobre todo cuando la gente me dice que les gustan mis fotos. Bueno mi trabajo, mi tiempo y mi paciencia me lleva conseguirlo, pero bien merece la pena.

Terminar el día viendo esta preciosa Luna Llena y sacarla tal cual está es una maravilla, otras veces la luna sólo parece una mancha en el cielo.
Pero ésta es realmente maravillosa, brilla, ilumina y hasta parece que tiene ojos y boca. Sólo hay que mirar un poco más allá en la fotografía!!
A los que nos encanta la fotografía bien sabemos de que estoy hablando.
 Esta entrada se la dedico a mi amiga Cris, que es muy especial para ella esta playa, sé que la gusta mucho y a mí también.
También se la dedico porque queríamos ver una puesta de sol juntas en esta playa y no pudo ser de momento, porque la veremos.
También se la dedico a mi prima Patri, porque la prometí que cuando hiciera una puesta de sol pues se la dedicaba y como lo prometido es deuda, pues aquí esta.
Las dos sois muy especiales para mí e importantes en mi vida, por eso y por más cosas os dedico esta entrada, que deseo que disfrutéis viendo las fotos, aunque sé que lo haréis porque
a las dos os encantan mis fotografías y podíais pasaros horas mirándolas, observándolas y sin saber cual es la que más os gusta.
Un abrazo muy grande de vuestra amiga y prima.

domingo, 7 de agosto de 2016

UN SITIO MÁGICO


 Esta playa es un sitio mágico y muy especial para mi. Es donde hice por primera vez una clase de Yoga en la playa el verano pasado, disfrutando del paisaje, mirando el mar, notando la tranquilidad, escuchando el silencio del mar, a la vez que escuchaba todo lo que te puede decir si te dejas llevar, cuando hicimos la práctica fue maravillosa porque fluía lo mismo por dentro que por fuera y fue una tranquilidad muy relajante, el vivir esta experiencia única y tan maravillosa.

También es mágica porque un poco después vi en esta playa una puesta de sol preciosa con unos grandes amigos a la vez que escuchábamos un concierto de música de la tierruca.
Fue un día precioso, la buena compañía de mis amigos, puesta de sol y concierto, pues no se puede pedir más.
Esos son los buenos momentos que da la vida y con los que hay que quedarse.
Espero que este verano se pueda volver a repetir.
 Estar en esta playa puede ser totalmente diferente cada día, porque nunca se ve nada parecido al día anterior, sus olas, el viento, el sol pues es lo que hace que cada día sea distinto y tenga su encanto, sea invierno o verano.
En Cantabria estamos rodeados de mar, tenemos muchas playas y la cual más bonita.


 Se puede observar que ninguna es igual y ninguna lleva el mismo color ni la misma fuerza, parece que estás en una playa diferente. En algunos momentos el agua se ve gris como en la foto de la derecha y en otras se ve azul como en la izquierda.
 En esta foto he jugado con la perspectiva y ahí si que parece que no es la misma playa.
Mientras esperaba con la cámara preparada para coger las olas antes de que rompieran, pues podían pasar unos minutos porque no venían todas las olas seguidas, parece que no había olas y de repente venían todas juntas y cada cual más fuerte y más ruidosa.
Bueno con estás fotos yo las he querido dar un toque especial, la de la izquierda poniéndola en sepia y la de la derecha poniéndola en negativo. Me ha gustado mucho este toque del negativo porque los colores que han quedado son muy chulos.
Después en la foto inferior he jugado con los contraste de los marrones y poniéndola con un marco.

También he jugado con los colores y he puesto la foto superior de la derecha en color verde y me ha gustado porque queda una foto muy original.
En la foto de la izquierda se puede ver como salpica el agua cuando rompió la ola sobre la roca.
Ahora en la foto de la derecha es como si estuviera mirando por detrás de una mirilla y sólo viese un trozo del mar.
Simplemente estoy viendo como se acerca la ola y como detrás de ella se formaba otra.


Si yo me fuera a vivir a otro sitio, no cabe duda alguna de que no me podría ir a un sitio donde no hubiese mar, porque necesito verlo, tenerlo cerca y disfrutar de él. Me da vida, energía, fuerza, me tranquiliza, me relaja y me da la paz que a veces me pide mi cuerpo. Hace que mi sonrisa vuelva a salir, siempre que estoy delante de él. El mar es mi cómplice al 100% porque ve salir mis lágrimas cuando éstas invaden mis ojos cuando paso momentos difíciles, duros y tristes. Me gusta ir a sentarme a mi sitio favorito y estar mirando el mar, observando el horizonte, escuchar el silencio que éste me ofrece, que hace tiempo aprendí a escuchar ese silencio que tantas cosas me decía. También cuando hay olas, pues me encanta estar ahí sentada porque así la corriente del agua cuando se va alejando se lleva las lágrimas que hay alrededor de mis ojos melosos que tan bonitos son, se lleva esas tristezas lo más lejos de mi, se lleva esos pensamientos negativos que me hacen flojear de vez en cuando. Y por eso cuando el mar brilla, cuando el agua tiene un color tan azul y tan cristalina en el que se refleja en ella los rayos del sol hace que surja en mi el efecto contrario a lo citado anteriormente, ese efecto es que mis ojos brillen, que mi cara se ilumine con una sonrisa, que mi mirada esté iluminada y exprese alegría y felicidad.


El mar es el que más me escucha, bien por los momentos tristes o los momentos de alegría que esté viviendo en ese momento, porque cuando estoy alegre, feliz o contenta también me gusta ir a hablar con el mar, porque me hace sentirme mejor que antes.
Cuando me invade la soledad, la tristeza, los pensamientos negativos o simplemente la falta de ganas de ver y hablar con nadie, pues lo único que apetece es estar cerca del mar.
Lo que también me gusta mucho es coger mi cámara e irme cerca del mar, la montaña, la naturaleza o estar en la orilla de un río.
Pero a veces cuando estoy como he dicho anteriormente
No me apetece ni coger la cámara, porque ni siquiera me salen buenas fotos como de costumbre.

Ésta entrada se la dedico a mi amiga Cris, porque sé que esta playa la gusta mucho, también es un sitio mágico para ella y como ya he mencionado anteriormente para mí también es mágico y sobre todo un sitio especial, me trae muy buenos recuerdos y cada vez que pienso en esta playa, uno de esos buenos recuerdos es la bonita puesta de sol, el concierto y la compañía de los buenos amigos que cite más atrás.
Aparte que mi amiga me aporta todas las cosas que me da el mar, porque me transmite paz, tranquilidad, me da calor, me da ese silencio cuando lo necesito, me escucha como lo hace el mar, también hace que se vayan mis lágrimas cuando me escucha por teléfono o cuando está a mi lado, hace que mi sonrisa salga más a menudo y que vuelva a sentirme con energía, me da fuerzas, ánimos en los momentos difíciles, me apoya, me da cariño y aunque nos separan 700 Km en la distancia, nuestro corazón está siempre cerca. Un abrazo muy grande para ti, Cris.