Oviedo es una ciudad preciosa, a mí me encanta, siempre que puedo voy a hacer una visita, nunca me canso de ver su Catedral y la plaza donde está.
En su bonita catedral se casó hace muchos años mi amiga de Oviedo y guardo un bonito recuerdo de la manera que me dijo que se casaba .
Tiene un patio precioso, bueno para mí es
bonito siempre, da igual por donde lo mires.
Estoy enamorada de Oviedo, de sus calles,
de sus parques, de sus fuentes, algunas son
realmente maravillosas.
Como se puede ver en la foto de la izquierda, el encanto de las fuentes no falla, decoradas con flores a su alrededor, que le dan es toque espectacular y así mismo no es una simple fuente. Eso la hace especial.
La fuente que se ve abajo me encantó y me quedé un rato delante de ella escuchando como caía el agua, me relaja mucho, para mí es un momento de paz y tranquilidad, me gusta mucho estar cerca de las fuentes, los ríos del mar y escuchar el agua de fondo.
La compañía que tenía ese día conmigo fue lo que hizo que ese día y esos sitios fueran mágicos.
Las risas con mi prima, disfrutar este pasea a su lado no tiene precio, estas cosas son las que realmente hay que valorar, son gratis y son de las más importantes de la vida.
Como yo digo, muchas veces no importa el lugar donde te encuentres, si no la compañía es lo más importante y así mismo tú puedes hacer un día mágico e inolvidable, como lo fue éste para mí.
En este pequeño vídeo que he puesto se puede escuchar un poco el sonido del agua, que como he dicho anteriormente, me encanta. Dicen que una imagen dice más que un palabra, pues este caso el vídeo lo dice todo.
Aquí estoy por otro lado del parque tan bonito y como se puede ver pues terminé al lado de otra fuente, por mucho que se parezcan, cada una tiene algo que le hace diferente.
Me gustan mucho las fuentes así rodeadas de verde, de árboles porque eso si que es Naturaleza .
Recorriendo el parque de un lado al otro me fui encontrando cosas y sitios a cada cual más bonito, como en este caso este precioso palomar, me encantó y al lado de los árboles, como siempre digo que los árboles pueden hacer más bonito un lugar, por sus alturas, los contrastes de sus colores, sus ramas y hojas cada una distinta, vamos creo que eso es saber apreciar bien nuestra naturaleza.
Normalmente los palomares que había visto en otros sitios, siempre habían sido de madera, o muy pequeños, éste ni es de madera ni es pequeño.
La foto de la izquierda
era una antigua puerta
de una iglesia, me pareció original
que solo se conservase la
puerta y no el edificio entero.
Paseando tranquilamente por los distintos caminos que tiene el parque, hay muchos árboles y cada cual es diferente, unos son más delgados, otros más gruesos, unos tienen unas ramas muy finas, otros tienen sus hojas grandes, o pequeñas, estar metido en el ese parque es como si me encontrara en algún sitio lejano de la ciudad, es paz, tranquilidad, apenas se oye el tráfico y no parece que esté en todo el centro de la ciudad.
Fue un día precioso, estuve muy tranquila, disfrutando con mi prima, riéndonos de muchas cosas, fue precioso el beso y el abrazo que me dio mi prima sin que yo me lo esperase. Esos pequeños detalles hace que sientas más felicidad y que disfrutes más la compañía tan bonita que tenía a mi lado.
Además visitando este parque hacíamos tiempo a que llegase la hora de comer, porque me iba a reencontrar con mi amiga de Oviedo, íbamos a comer las tres juntas. Siempre que estoy en Oviedo, mi amiga y yo hacemos lo posible por vernos aunque sea solo para tomar un café o como en esta ocasión que pudimos comer juntas. Fue un rato muy bonito para mí, estar con mi prima y con mi amiga.
Otro rinconcito precioso, otra fuente, con sus tortugas, sus palomas y el chorro de agua haciéndola más bonita si cabe. Esta fuente me pareció preciosa.
Caminando me encontré con este pequeño espacio donde los árboles que están todos juntos son todos muy diferentes, pequeños, altos, algunos arbustos y otros parece que tenías que mirar al cielo para ver donde acababan.
Hubo un momento que pasé por un camino lleno de árboles, pero quedaba un pequeño espacio entre ellos y desde ahí se veía de fondo su preciosa catedral, como se puede ver en la foto inferior.
Esa foto me gustó mucho porque me recordó a la vez que estuve en París, daba igual donde estuviera que siempre aparecía la Torre Eiffel de fondo y hacía más bonita y original la foto.
Me encanta el color verde, es el color de la esperanza, para mí es el color de mi tierra junto con el azul, es decir verde y azul y pensar en montaña, naturaleza y mar, o sea Cantabria, llueve mucho sí, pero gracias a eso tenemos una tierruca preciosa, con verdes que no se ven por otras tierras, en algunos sitios sus prados son amarillentos, poco verdes y no tan vivos como los nuestros, por eso es un honor ser de esta tierra tan preciosa. Asturias es muy similar a mi tierra por eso me gusta tanto.
Por el camino que se ve en la foto que esta hecha como si fuera un puzzle, hay un banco con una figura de Mafalda. Todo el mundo se paraba allí para hacerse la foto, hubo alguna cola que otra.
Yo, las veces que he estado en Oviedo nunca había visto esa estatua, por eso digo que Oviedo es especial, porque cada vez que estoy conozco cosas nuevas, eso es muy bonito porque así puedo decir que voy conociendo todos los rincones de esta preciosa ciudad que tan enamorada me tiene.
Estas dos fotos me parecen preciosas, la de la izquierda con un pequeño reflejo como si fuera agua y haciendo el camino como si fuera un corazón y la de la montaña con la niebla me la encontré por el camino antes de llegar a Oviedo y siempre me gusta mucho ese tipo de paisajes, la montaña, el río al lado, el verde del prado, la niebla, hacen unas vistas preciosas.
Esta entrada se la dedico a mi prima Patri, que es con ella con la estuve viendo este precioso parque, con la que pase un día precioso e inolvidable para guardar en mis recuerdos y a la que tanto echo de menos porque vive en Avilés, pero aunque estamos cerca no nos podemos ver tanto como nos gustaría. Pero la vida me ha enseñado a que hay que disfrutar de cada momento como si no hubiera otro, es el aquí y ahora, ese es el presente. A veces por estar pensando en el mañana nos perdemos unos momentos preciosos que tenemos en esos instantes en nuestras manos.
Los pequeños detalles consiguen grandes cosas, como disfrutar de un día bonito simplemente paseando, riendo, siendo feliz y sobre todo disfrutar de la compañía y el tiempo que nos brinda la persona que tenemos al lado. El tiempo es muy importante que no se puede recuperar y es muy importante cuando alguien te dedica su valioso tiempo. Es una cosa gratuita y muy gratificante, siempre cuando ese tiempo sea verdadero y se dé con cariño.
También se la dedico a mi amiga Ana de Oviedo, es la una amiga de muchos años que por una casualidad nos conocimos en Santander y estudiando francés, desde entonces siempre hemos estado en contacto y como dije anteriormente siempre que voy a su tierra, pues intentamos vernos. La tengo mucho cariño y como dice ella me presta mucho verla. La distancia en este caso no es ningún problema porque nosotras hace más de 20 años que nos conocemos y nunca hemos perdido el contacto. Guardo un recuerdo muy bonito de cuando nos escribíamos las cartas a mano, que bonito era mirar el buzón y encontrar una carta o una postal tuya, me ponía a leerla con una gran sonrisa en mi boca.
Y por último quiero dedicar la entrada a Magda Guarido, porque sé que la gusta mucho la montaña, los ríos, lagos, etc. Aunque ella no es de Cantabria, vive aquí y le gusta mucho mi tierra, ella es una escritora que tuve la oportunidad de conocer hace unos 8 años, nos conocimos por unos libros, en ese momento yo no sabía que era escritora, pero la vida me la ha vuelto a poner en mi camino en la feria del libro de nuestra ciudad donde vivimos las dos, ahí fue cuando me enteré que es escritora, fue un honor volver a encontrarme con ella, desde entonces y ahora sí estamos en contacto, es un persona muy agradable, muy cariñosa, buena gente y ahora puedo decir que soy lectora de ella, pues le compré dos de sus cuatro novelas, a las que recomiendo al 100%, se llaman "Confesiones de un perturbado" y "Talión".