Esta cascada solo la había visto una vez pero no entera, había visto solo la parte de abajo, la que se ve en la fotografía, sin embargo es bastante alta. Se llama "El Churrón" y está en Borleña.
Desde el lugar donde se deja el coche, hay que andar un rato para poder llegar a la cascada, mientras tanto vas encontrando por el camino pequeños ríos, árboles caídos (algunos había que saltarlos o pasar por debajo), el camino en algunos sitios estaba embarrado porque días anteriores había llovido.
Cada vez que veía algún sitio por donde bajaba un poco de agua me paraba, porque me gusta mucho escuchar el agua.
Para llegar a la cascada hay que ir dejando el río atrás e incluso a veces cruzarlo, había que tener cuidado por donde se pisaba, podías terminar en el agua, jaja!.
El camino que se ve en la foto de abajo es el que había que seguir, ese tramo era bastante fácil para pasar, no había mucho barro y se podía ir sorteando y saltando los charcos. Me recordó a mi etapa de la niñez cuando no me dejaban saltar en los charcos.
A mí me encanta estar por sitios como estos, rodeada de ríos, árboles, senderos, vamos estar en plena naturaleza sin escuchar el ruido de la ciudad, de las carreteras, estos sitios para mí son mi paz y mi tranquilidad y sobre todo los que me cargan las pilas, a parte de mi querido mar.
Hacía un día muy bueno para estar en ese lugar, además la bonita compañía de mi sobrino hacía el lugar más bonito.
Aunque parece que el camino está seco, no lo está durante todo el trayecto.
Si vas algún día, salvo que haga muy bueno, no te olvides de llevar calzado oscuro. Yo llevé unas playeras entre marrones y azules pero también llevan algo blanco y evidentemente terminaron marrones, ja,ja.
Este tramo estaba bastante perjudicado y como se puede ver en la fotografía de la izquierda había bastante agua y fue uno de los momentos que había que tener 100 ojos si no querías terminar por los suelos. Además las piedras con el verdín resbalaban mucho. De hecho hubo una vez que me resbalé y si no me da la mano mi sobrino pues después él hubiera estado riéndose de mí, cosa que a mí no me hubiese hecho tanta gracia.
Llegando a la cascada había sobra y al estar tan cerca del río se notaba la temperatura más fresca.
Aunque se notaba la temperatura más baja, se estaba bien allí cerca del río colándose el sol entre las ramas y las hojas de los árboles.
Como he dicho anteriormente en plena naturaleza. Yo no entiendo como hay gente que para andar prefiere la ciudad que estos sitios. Será que como no vive en el centro de la ciudad por eso prefiere salir a caminar por la ciudad (Bueno yo conozco una persona que opina así), pero yo en esto discrepo con ella, porque yo si vivo en el centro de la ciudad y estoy muy cansada de ruidos todo el día por todos los lados.

Además como había bastantes ramas por medio pues me impedían mucho la vista.
(Si queréis leer lo que pone en los globos que hay en la foto, pinchad la imagen y la podréis verla en grande, así en todas).
Esta fotografía es la que está al principio de la entrada, me gustó mucho y por eso decidí volver a ponerla casi al final, porque me gustan mucho cuando baja agua por varios sitios juntos y hacen pequeñas cascadas en una.
Mientras yo estaba allí parada, mi sobrino fue a investigar por donde se veía el punto más alto, la ésta imagen es donde comienza.

Como ya dije más arriba, había mucha rama, lo que se ve en la fotografía es casi lo más alto, pero faltaba un cacho.
Como veis las mariposas querían estar cerca del agua. Ja, ja!
Aunque se ven varias fotografías de la cascada y puedan parecer iguales, no lo son, se tienen alguna pequeña diferencia.También me gusta tomar fotos a otras cosas interesantes que me voy encontrando por el camino. En este caso unas hojas de un verde muy intenso que me llamó la atención cuando pasé por su lado. O simplemente esa hoja amarilla alrededor de todas las verdes.
En la foto superior se puede ver el principio de la cascada, el agua empieza a salir arriba de todo del monte. Es preciosa.Volviendo ya para el coche, volvimos por el mismo camino que fuimos porque no se podía por otro sitio, estaba peor, de agua, barro, troncos caídos, vi el reflejo del sol en el agua, es una cosa que me encanta porque deja muy bonita la imagen que se me queda grabada en mi retina. Con los reflejos nunca te sale una foto igual.

Después ya al lado del coche saqué esta foto al árbol porque me pareció original con el reflejo del sol y tan desnudo, además también lo hice porque hay un cuervo posado en él, donde esta el globo (si pinchas la foto lo ves en grande), pero el cuervo sale muy pequeño, porque ya no podía ampliar más la imagen.
Pues hasta aquí duró mi visita al Churrón de Borleña.
Esta entrada se la dedico a mi sobrino porque fue con él con el hice este precioso camino disfrutando de la naturaleza, con risas, con momentos de un poco de tensión por los caminos, intentando esquivar charcos, o como dije troncos caídos. Pasamos un día precioso terminando en Puente Viesgo (eso será otra entrada). Pero antes de coger dirección Puente Viesgo pues hicimos la típica parada en Ontaneda (yo no puedo pasar por ahí cerca sin parar a comprar mi quesada en Luca, ja, ja). No soy golosa pero las quesadas de allí me encantan, además hacía ya varios años que no me la compraba.
Muchas gracias mi querido sobrino por ese día tan bonito que con tu compañía ya lo haces más bonito y especial, son momentos que suman y sobre todo los que se guardan en el corazón, no solo por recordar el lugar tan chulo sino por los momentos compartidos contigo. Seguro que hay más como estos pequeños días que se convierten en muy grandes. Te quiero.
Qué bonito, verde musgo, humedad, frescor...revitalizante. gracias por compartir
ResponderEliminarMuchas gracias Ana por comentar.
EliminarUn abrazo hasta Oviedo.
Gracias, querida Marisa, por descubrirnos estos lugares!!! Reconozco que nunca he estado pero queda apuntado!!
ResponderEliminarMuchas gracias Gema por comentar. Me alegro que te haya descubierto algo nuevo y que lo pongas en tu lista para ver una de esas cosas preciosas de Cantabria.
EliminarUn abrazo 😘😘
Gracias amiga, es una cascada preciosa y en una zona my bonita. En época de invierno, por la dificultad que tiene el sol para colarse entre los árboles, se crean esas pozas de barro y complica el paseo, pero no hay mal que por bien no vengas... Si quieres belleza has de entrar a esos lugares. Besazos de tu amiga Mada.
ResponderEliminarMuchas gracias Magui por dejar tu comentario. Me alegro y te guste, sí es una cascada muy bonita. Así es Cantabria, lluvia, sol, viento y de todo tipo de adversidades atmosféricas, pero eso también hace bonito mi tierruca y por supuesto que también la tuya porque te hemos adoptado, ja, ja.
EliminarUn abrazo muy grande amiga😘😘😘
Un sitio para perderse del mundo y encontrarte a ti mismo
ResponderEliminarUn lugar para perderse del mundo y encontrarse a uno mismo
ResponderEliminarMuchas gracias Jesús por dejar el comentario. Sí verdaderamente es un sitio para perderse a la vez que te encuentras a ti mismo, estás en lo cierto.
EliminarUn saludo😘😘
Muy bonito el relato
ResponderEliminarMuchas gracias Rosario por dejar el comentario. Me alegro que te guste. Un abrazo😘😘
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